A veces ser cotilla tiene sus ventajas. Sobre todo cuando al poner la oreja a conversaciones ajenas y en plena calle oyes a alguien recomendar un restaurante. Entonces merece la pena reducir el paso, aunque te suponga perder el metro, hasta que oyes el nombre del local. Sobre todo porque en los tiempos que corren ya es raro que alguien esté lo suficientemente entusiasmado con la calidad de un restaurante como para recomendarlo. Eso me pasó con ¡De 10! y es probablemente la mejor recomendación, aunque desintencionada, que me han hecho.
No os engañéis ¡De 10! no es un restaurante al uso. Podríamos decir que es una mezcla entre las mejores hamburguesas que hayáis probado y un local minúsculo de comida a domicilio. Pero, al contrario que en estos últimos, si tienes la mala suerte (no me gustaría pero yo también la tengo) de no vivir cerca de la plaza de Olavide para poder estar en su zona de reparto, puedes comer muy apretadito en una de sus cuatro mesas y, aunque no lo creas, merecerá la pena.
Pan, tipo de carne y punto de cocción a elección del consumidor, mezcla artística de ingredientes, salsas caseras como las harías tú el día que estás inspirado, patatas fritas de las que te debates entre cuál elegir porque no son todas iguales (¿hay algo mejor que eso en una patata frita?), refresco de 50 cl. servido con rodajita de limón, y precio de menú de Burger King, harán que acabes rechupeteando los cubiertos de plástico.
Perfecto si te gusta comer bien pero piensas que para ello no es necesario gastar una pasta, ni vestir de traje ni usar cubertería de plata pero sí que te mereces que te traten igual que a la gente que lo hace.
La gota que colma el vaso: un reto de hamburguesota al más puro estilo Crónicas Carnívoras (aka Man vs Food).
Pero, aunque su carne sea jugosa y sabrosa (aún con las mezclas más potentes de ingredientes se sigue saboreando), los acompañamientos sean de lujo (la hamburguesa especial de este mes con rúcula, foie y mermelada de tomate es una bomba) y tengan un precio más que bueno, lo realmente destacable de este sitio es la atención de su personal. Según llegamos nos explicaron la carta, nos ofrecieron un aperitivo recién hecho, nos preguntaron si todo estaba correcto, nos regalaron una gominola por persona, nos dieron una tarjeta fidelidad por si queríamos volver… Y os podemos asegurar que lo hicieron con todas las mesas. Este blog no da para favoritismos, ni tampoco lo pretendemos, de hecho, no fue hasta probar las hamburguesas que decidiéramos que merecía la pena retomarlo con este sitio.
Y para que veáis que esta opinión es totalmente sincera, tenemos que terminar diciendo que no todo nos parece bueno en ¡De 10!: será por deformación profesional pero su logotipo nos parece muy feo, más visto que el tebeo y, muy probablemente, ideado por alguien que hace muy buenas… hamburguesas. Conclusión para comer id a ¡De 10! para la imagen corporativa de vuestra empresa llamad a Komuso.
¡De 10!
Calle Gonzalo de Córdoba 5, 28010 Madrid
Metro Quevedo (línea 2) y Bilbao (línea 1)
Horario: de 13 a 16 y de 20:30 a 23:30 (viernes, sábados y festivos una hora más)
Precio del menú (hamburguesa, guarnición y bebida): 11 €
Relación calidad-precio: muy buena.
