No voy a dármelas de interesante por tener una mesa hecha con una bobina de cable. Como Peter Parker. Yo también me quedo pegada a la tele con los programas que enseñan las casas de los demás y me consta que no soy la primera ni la segunda que se jactaría de haber reutilizado este material industrial como si hubiera tenido la idea de decoración del siglo. Seamos sinceros. Pero … ¿por qué le gustan tanto a la gente las mesas-bobina?
Quizá sí pueda fardar uno por haberla conseguido. Cosa que no es tan fácil, porque ahí donde las véis las bobinas de cable se reciclan como los cascos de las botellas en los bares. El fabricante se las lleva una vez agotadas para rellenarlas de nuevo. Por lo que no es tan habitual como nos pensamos encontrarse una. De hecho unos cuantos años nos ha costado a nosotros conseguirla, más a Miguel que a mí, que era consciente de su existencia desde los ochenta. No la vio en una revista de decoración ni en un catálogo de pop art sino en el apartamento de Spiderman.
A mediados de los 80 los dibujantes de Marvel diseñaron un moderno apartamento neoyorkino para Peter Parker. Un ático donde pudiera ocultar su identidad secreta y esquivar a su casera entrando y saliendo por la claraboya del techo. Un fotógrafo freelance recién llegado a Nueva York, jóven, moderno, superpoderoso… y sin dinero para alquilar un apartamento amueblado. Sin duda tuvo suerte de conseguir una bobina de cable para utilizar de mesa junto al sofá y unos ladrillos y unas tablas para hacer unas estanterías. Nadie puede combatir el crimen sin tener una guarida agradable donde relajarse durante los ratos libres. ¿Erais conscientes de que la industria del cómic estaba tan relacionada con la decoración de interiores?
A diferencia de las mesas bobina pintadas que se ven normalmente, la nuestra sigue los dictados de los planos de la casa de Parker. Una vez rescatada sólo ha sido tratada con un lijado medio para sanear la madera evitando borrar los rótulos del tipo de cable y la longitud, y con un capa de cera incolora para nutrirla. Unas ruedas de tipo industrial y un cristal transparente en la parte superior la hacen más práctica pero la mantienen fiel a su vida anterior. Sus tornillos oxidados, sus maderas desiguales y sus agujeros para pasar el cable son lo que más nos gusta de ella y hubiera sido un crimen acabar con ellos.
Me gustaría explayarme sobre el proceso recuperación por el que ha pasado nuestra «pieza de diseño» pero sé que suelo alargarme demasiado y provocar aburrimiento, además creo que mi sentido arácnido ha captado una señal de socorro. No cerréis la ventana. No llevo llaves.!--more-->
Me encanta vuestra mesa de bobinas de cable. Tened cuidado. los espías ikeanos podrían robar esa innovadora idea…
Hola, yo también tengo una mesa como esta, las sencillas son las mas bonitas!!
Saludos