Batería para niños. La guía de compra definitiva.
Si has llegado hasta aquí es porque estás buscando una batería para niños pero no sabes por cuál decantarte. Sé lo que es. A mi me pasó lo mismo. Y una vez decidida qué batería infantil comprar para mi hijo, probada y requeteprobada, para desgracia de mis vecinos, he decidido hacer esta guía de compra con los datos que a mi me hubiera venido bien tener cuando tuve que tomar mi decisión.
Batería para niños. Cuál comprar para cada edad
No es lo mismo comprar una batería infantil para un bebé que para un niño de 4 o 5 años al que quieres iniciar en el mundo de la percusión o para un niño de 7 u 8 años que ya muestra sus dotes en la música y es consciente de que quiere un instrumento musical. Por eso los padres nos perdemos a la hora de elegir una batería para nuestros peques. Especialmente si no sabemos de música. Acabamos teniendo que aprender para elegirla.
Lo bueno que tiene la batería es que aunque sea un instrumento musical, también puede ser un juguete sensorial. No hace falta tener cierta edad para poder manejarlo. Se le puede sacar sonido sin saber hacerlo, algo que no podríamos hacer con un violín o una trompeta, y además ayuda a descargar adrenalina y frustraciones. Por eso muchos (m)padres nos planteamos comprarla desde que los niños son bastante pequeños. Pero tampoco queremos algo que haga un ruido realmente infernal. Por un lado, queremos proteger nuestros propios oídos. Por otro, no descartamos que si el niños tiene una buena experiencia pueda interesarse de verdad por la música. Por eso tras muchas revisiones para comprar la batería de mi hijo, os he hecho una pequeña lista de las baterías que recomiendo con enlaces de afiliado según su rango de edad.
Baterías de juguete para bebés
En este rango de edad una de las baterías más populares es la de Plantoys. Se trata de una batería de madera con dos tambores y un platillo. Tiene muy buen sonido pero es de un tamaño muy pequeño por lo que está destinada únicamente a bebés o a ponerla sobre una mesa. No tiene, obviamente, bombo ni ningún tipo de ajuste. Aún así es muy buena opción para empezar sin destrozarnos los tímpanos.
Con esta edad también es recomendable empezar por un tambor (os recomendamos este de John Crane Unbekannt con varios sonidos) o cualquier otro instrumento de percusión incluso hecho en casa con materiales reciclados. Si lo que queremos es confirmar si a nuestro bebé le gusta la percusión y empezar a inculcarle el sentido del ritmo, una simple caja dada la vuelta o unas cacerolas de juguete nos pueden servir para animarle.
Baterías de juguete a partir de 3 años
Si tenemos ya un niño que está interesado en la percusión, la cuestión es cuánto dinero merece la pena gastarse en una batería de juguete. Con esta edad me parece que los niños no suelen ser aún lo bastante constantes como para que la batería se vaya a convertir seguro en algo que vaya a usar a menudo. Pero tampoco debemos comprarles una con mal sonido que pueda hacer que se frustren y dejen de lado sus capacidades musicales. Recordemos además que los que vamos a tener que escucharles seremos nosotros por lo que está bien que tengamos posibilidad de opinar aunque se trate de un regalo de Navidad o cumpleaños.
Para esta edad hay miles de baterías en el mercado. Casi todas traen un bombo con pedal, un par de tambores un un platillo. Existen algunas de plástico mucho más baratas pero cuyo sonido es bastante malo. Suelen estar entorno a los 50 euros.
La opción un poco más cara es la de buscar una batería con tambores fabricados en madera y piezas de metal (entre las que encontramos la de Toys R Us o la de Imaginarium por unos 150 euros) Suenan mejor y son de mayor calidad. Suelen tener el pedal de metal para evitar que se rompa (a los niños les encanta dar pisotones al pedal y si es de plástico durará poco). Se trata de baterías con aspecto profesional aunque siguen siendo baterías de juguete. No se pueden ajustar los tambores, ni traen Hi hat. Pero, para mi gusto, son la mejor opción para esta edad.
Merece la pena, si no queréis gastar tanto dinero que compréis una batería para niños de segunda mano. Aseguraos de que no le faltan piezas y que los tambores se sostienen bien. Lo más seguro es que os las vendan sin baquetas (porque es lo primero que se pierde) pero podéis comprar unas sin problema online a muy buen precio.
Batería para niños. Algo más que un juguete
Si lo que estamos buscando ya es una batería para un niño mayor de 7 u 8 años y/o que tiene verdaderas cualidades para la percusión, merece la pena comprar una batería infantil de verdad. Aunque nos puede resultar difícil distinguirla de las baterías de juguete más caras que también están fabricadas de madera y metal, podemos distinguirlas en varias cosas. Las baterías infantiles profesionales tienen unas palomillas de ajuste en los tambores que les permiten afinarlos facilmente. Tienen habitualmente más de 5 piezas. Y, sobre todo, se distinguen en que traen Hi Hat.
¿Qué es el Hi Hat? Pues aunque a los padres que no controlamos de música nos suene a chino, el Hi Hat es la parte de la batería que hace el sonido más característico de la misma. Ese ruido de platillo que marca el ritmo en todas las canciones y que es el primero que entra. Aún no lo sabemos cuando compramos una batería de juguete, pero el Hi Hat es lo que hace que realmente suene a batería, y una de juguete normalmente no lo trae. Se trata de un platillo doble que se sujeta a un trípode y que se acciona con un pedal (como el bombo), por lo que es muy fácil de distinguir. Si realmente os interesa que vuestro hijo no solo se divierta sino que aprenda a tocar la batería, creo que es totalmente necesario que encontréis una batería para niños con Hi Hat. O que lo compréis por separado
Batería electrónica para niños ¿a qué edad?
Lo bueno de las baterías electrónicas es que no ocupan sitio, pueden escucharse con cascos y pueden llegar a tener un sonido muy bueno. Recordemos que los bateristas profesionales las usan a menudo para practicar. Además las hay en un muy amplio rango de precios por lo que podemos limitarnos a una que sirva como juguete (aunque con gran cantidad de sonidos) o a una profesional.
Sin embargo, no recomiendo una batería electrónica para niños pequeños. Por un lado no deja de ser un aparato eléctrico que hay que enchufar a la corriente y que puede resultar peligroso en ese sentido. Por otro no tiene presencia física. Si lo que estamos buscando es que el niño no solo aprenda ritmo jugando sino también coordinación, situación en el espacio, y que se desahogue cuando lo necesite pegando «zambombazos» a un elemento físico, lo más adecuado sería, para mi opinión, una batería de juguete tradicional. Además tiene mucho más aguante y al no necesitar otro soporte evita que se puedan acabar cargando la mesa en la que hayamos puesto la batería electrónica.
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