Barreras de cama para un colecho seguro
El colecho se está extendiendo en los últimos años como una de las prácticas más valoradas dentro de la crianza respetuosa. Cada vez más familias optan por dormir junto a sus hijos porque favorece el apego, facilita la lactancia nocturna y aporta seguridad emocional a los más pequeños.
Sin embargo, trasladar esta costumbre al día a día requiere tomar medidas para que sea una experiencia segura. Las barreras de cama Olmitos se han convertido en una solución imprescindible para quienes quieren practicar el colecho sin renunciar a la tranquilidad.

El colecho en Oriente y en Occidente: dos formas de compartir el descanso
Dormir en diferentes habitaciones es una costumbre occidental. En otros continentes como Asia y África es normal que las familias duerman juntas. Lo que podría parecer una práctica ligada al nivel económico, es realmente en una clara tradición meramente cultural.
Solo hay que poner el foco en países ricos como Japón, en los que dormir en familia ha sido lo habitual durante generaciones. Allí, padres e hijos comparten futones colocados directamente sobre el suelo. Esta tradición muestra hasta qué punto dormir juntos está integrado en la vida cotidiana como símbolo de cercanía y unión familiar.
En cambio, en Europa y gran parte de Occidente el mobiliario de dormitorio se organiza en torno a camas más altas, lo que implica un riesgo evidente cuando se duerme con bebés o niños pequeños. Ante esta dificultad añadida tenemos dos opciones:
- Poner los colchones en el suelo a la japonesa: algo especialmente difícil si necesitamos el espacio de almacenaje debajo de la cama y que puede dar lugar a accidentes con bebés y niños más pequeños. Hay que tener en cuenta que la mayoría de nuestros colchones son mucho más altos que un futón.
- Usar una barrera de cama: priorizando que sea una barrera específica para niños, sin barrotes y, a ser posible, abatible.
Un aliado en el día a día de las familias
El colecho no es solo una forma de dormir; es también una manera de vivir la crianza. Estar cerca de los hijos durante la noche ayuda a responder con rapidez a sus necesidades, reduce el estrés del bebé y crea un ambiente de confianza mutua.
Pero para que esta práctica funcione, la seguridad debe estar garantizada. Las barreras de cama de marcas líderes como Olmitos hacen posible que los niños duerman protegidos y que los padres puedan descansar con mayor serenidad. Además, al ser abatibles y fáciles de instalar no limitan la autonomía del niño cuando ya tiene edad de levantarse por sí mismo, integrándose de forma natural en la dinámica familiar.
En las primeras etapas de autonomía, cuando empiezan a querer dormir solos pero aún han tenido algún que otro susto, la barrera sigue siendo un accesorio muy útil. Incluso en camas de estilo Montessori, muchos niños se mueven tanto durante el sueño que necesitan una barrera para evitar coscorrones contra el suelo.
Especialmente en familias que tienen un segundo bebé cuando el primero aún es pequeño. Poder juntar varias camas y dar respuesta a las necesidades de ambos niños al mismo tiempo, es la salvación para poder descansar. En estos casos, las barreras de cama no solo evitan accidentes y padres que acaban durmiendo en el suelo, sino que ayudan a mantener los colchones juntos evitando huecos peligrosos.
El auge del colecho demuestra que muchas familias buscan un modelo de descanso compartido, cercano y adaptado a las necesidades de cada etapa de la infancia. Soluciones como las que ofrece Olmitos no solo protegen, sino que facilitan que esta costumbre se viva de la manera más natural y respetuosa posible, combinando tradición, cercanía y seguridad en un mismo gesto.
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