Planes con bebés y niños: música y ecología al aire libre
Hace un par de semanas tuvimos la suerte de recibir un chivatazo genial de plan con niños. La asociación de vecinos de la Dehesa de la Villa celebraba su plantación anual de árboles y tenía preparado para después un «Bosque musical» gratuito para los peques. Aunque no teníamos ni la más remota idea de lo que era, sonaba bien y hacía muy buen tiempo para un paseo entre los pinos así que nos encaminamos hacia allí. Al llegar nos encontramos con una actividad mucho más completa y divertida de lo que nos esperábamos. Y lo mejor, si queremos repetir, la asociación medioambiental Siempre en Medio, que lleva a cabo la actividad, está siempre montando planes medioambientales para niños y disponible para quien quiera organizar su Bosque Musical.
El Bosque Musical está destinado a niños entre 3 y 10 años, aunque Momotaro, que aún no tiene uno, se divirtió mucho dando un paseo por la Dehesa, escuchando la música del violín y buscando palos, así que si os convence la teoría de la estimulación temprana os parecerá adecuado para niños más pequeños. Es una ruta musical que se puede adaptar a cualquier zona verde y en la que los niños, convertidos en musiexploradores, van realizando diferentes actividades para conseguir las 7 notas musicales. Cada actividad nos da información sobre el medio natural acompañada con música en directo de un violinista, así van aprendiendo las estaciones del año, a identificar las aves y los árboles y, por último, hacen entre todos un pequeño concierto con palos, piedras y semillas recogidos en la zona.
Entre la maña que sedan los amigos de Siempre en Medio con los niños (saben perfectamente captar su atención) y que todos los participantes, grandes y pequeños, estábamos volcados en las pruebas, lo pasamos genial y, aunque duró más de hora y media, se nos hizo cortísimo.
Como colofón le regalaron a cada niño un minicd con varias de las melodías que habían interpretado que además es un carné que les acredita como musiexploradores. Nosotros lo tenemos siempre puesto en el reproductor de la habitación de Momotaro y ahora todas las noches nos ponemos el pijama con música clásica y soñamos que somos misiexploradores recogiendo palitos entre la verde hierba a la luz del sol.
Qué buen plan. A ver si este año llegamos.