Ayer estuvimos en la nueva instalación para niños de Intermediae en matadero Madrid: Teatro Sin Fin. Parece que en Matadero están dispuestos a hacer coexistir la audiencia infantil (que había hecho del espacio de Intermediae un patio de juegos bajo cubierta) con las intervenciones artísticas. Después de la fantástica acogida de Paisaje para el Juego (la propuesta de Aberrant Architechture para los pasados meses) Leonor Serrano Rivas ha sido la elegida para realizar el playground de 2020 que lleva como título Teatro Sin Fin.
En esta ocasión nos encontramos con una Intervención artística de estructura más sencilla pero más efectista. Teatro Sin Fin sitúa a los niños en una gran escenografía donde los protagonistas son los sentidos. Se trata de diferentes bastidores con pantallas reflectantes y elásticas que suenan la tocarlas y cambian de color con los cambios de iluminación. Es una mezcla entre un laberinto de espejos clásico de feria y un enorme tambor. Con cada movimiento de las estructuras y cambio de los colores proyectados se van creando irisaciones en el suelo que hacen que las tablas de este Teatro Sin Fin parezcan el mar en unas ocasiones, el fuego en otras…
Quizá lo que más nos ha llamado la atención es la buena acogida de los más pequeños que se lanzan a explorar sin miedo a la oscuridad que reina en la sala ni a los sonidos repentinos o los cambios de iluminación. La idea es que los bebés entre 0 y 3 años puedan disfrutar a sus anchas de un teatro en el que ellos son los únicos actores escribiendo un guión propio. Sin duda una instalación necesaria en los días de invierno para una edad en la que es difícil encontrar actividades y propuestas bajo techo.
Se agradece que, dada la naturaleza sonora de la instalación, y la oscuridad reinante, la organización haya optado en esta ocasión por poner un aforo limitado y dejar entrar solo una cantidad limitada de niños por un tiempo de 45 minutos para evitar masificaciones. Así como que antes de la entrada insistan en que hay que tener cuidado con los más pequeños y que lo que no les importa que se puedan romper las estructuras siempre que no «se rompan los niños». Recordemos que Paisaje para el juego, siendo una instalación mucho más iluminada, se convertía en ocasiones en una auténtica locura de niños y se tuvo que cerrar antes de lo previsto. En esta ocasión al ser una instalación para niños muy sensorial da más pie a tocar, ver y escuchar que a correr y empujar, pero el entusiasmo de los niños es difícil de frenar y es importante controlar el aforo y el respeto al juego de los bebés por parte de los más mayores.
Seguimos echando de menos que siendo una instalación en la que hay que quitarse los zapatos, no sea algo más caliente y las zonas con moqueta no ocupen toda la superficie de juego. Así como que las zonas abiertas en las que pueden quedarse los familiares tengan más iluminación. ¿Habéis ido a Teatro Sin Fin? ¿Os ha gustado?
Teatro sin fin. Instalación para niños
Intermediae. Matadero Madrid
Del 4 de diciembre de al 2019 19 de julio de 2020
Metro Legazpi. Entrada gratuita. Pases de 45 minutos a las horas en punto.
