Jardinería para niños. Qué tener en cuenta antes de empezar
[amazon_link asins=’B01H5GNYNG,B07911G1KS,B01H5G7AOK,B0009PVU28′ template=’ProductCarousel’ store=’colorsandia-21′ marketplace=’ES’ link_id=’f4167c06-b095-11e8-821f-23483d9d7eee’]Llega la primavera. Pasamos más tiempo al aire libre. Los niños están deseando aprovechar las terrazas, los jardines, los huertos… (para que tenga la suerte de tener uno). Es un momento genial para implicarles en el cuidado de las plantas. La jardinería para niños les encantará.
Jardinería para niños. Una actividad beneficiosa.
Cuidar las plantas es una tarea muy fácil de llevar a cabo que les proporcionará autonomía, coresponsabilidad con las tareas de la casa y el cuidado de un ser vivo y, si se trata de un toddler, además le ayudará con la psicomotricidad y el motricidad tanto fina como gruesa.
Pero, ojo, a la hora de empezar con la jardinería para niños es importante ser conscientes de que en la jardinería tambien entraña sus peligros. Se utilizan muchos fertilizantes y abonos que son muy peligrosos para la salud. Incluso, si nos encontramos de estar comprando productos ecológicos eso no quiere decir que sean totalmente inocuos. Algunas herramientas son sólo de uso para adultos. Y, por supuesto, si tenemos terraza toda precaución ante las caídas es poca.
Jardinería para niños. Posibles peligros a tener en cuenta.
Por eso hoy os traigo una lista de cuestiones a tener en cuenta a la hora de empezar a disfrutar de nuestras plantas con nuestros hijos.
–Guardar los productos de jardinería fuera de su alcance. Incluso bajo llave si es necesario. La mayoría de los abonos y fertilizantes no son inocuos. Incluso un purín de ortiga hecho en casa puede causar graves problemas gastrointestinales
– Asegurarnos de que no tienen posibilidad de caerse. Si las barandillas de tu terraza son bajitas merece la pena instalar una ampliación. También existen redes de seguridad que aunque no son de lo mas estético pueden ser una buena opción ante los más temerarios. Incluso si tú barandilla es muy alta debes asegurarte de que no hay ningún elemento por el que puedan trepar para curiosear fuera. Lo ideal, por supuesto, es tenerles vigilados en todo momento pero somos humanos y por si las moscas es mejor tenerlo todo bien atado.
– Asegurarnos de que no pueden tirar nada. Es posible que tu hijo no quepa entre las barras de la barandilla y esta sea bien alta pero aunque él no se caiga se le pueden caer otras cosas. Una palita de jardinería desde un quinto piso puede matar a quien pase por debajo. Así que además de en los nuestros debemos pensar en los demás y cerrar cualquier barandilla que tenga huecos con rejilla para que nada pueda ser lanzado desde arriba.
– Asegurarnos de que las herramientas peligrosas no están a su alcance y tienen seguros o de bloqueos. Cualquier jardinero que se precie tiene siempre a mano unas tijeras de podar o una pequeña azada. Si encima os gusta el bricolaje vuestra caja de herramientas puede cargarla el diablo así que mejor guardarlos bien alto en un armario que os aseguréis de que el niño no puede abrir.
– Lo más recomendable es que los niños tengan sus propias herramientas fáciles de manejar. Una pala, un rastrillo y una regadera específicas de jardinería para niños. Los primeros no es imprescindible que sean de plástico. Con unos de madera y metal, si nos aseguramos de que no están afilados ni se oxidan y tenemos cuidado de controlar qué hacen con ellos, es suficiente. Y les gustarán más. Respecto a la regadera es especialmente importante que tengan la suya. Así nos aseguramos de que nunca ha estado ni estará en contacto con fertilizantes, no vaya a ser que en algún momento de calor sucumba a la tentación de echarse un lingotazo. A la hora de comprarla no es tampoco imprescindible que sea específica para niños. Sin embargo, sí debemos asegurarnos de que tiene la boca pequeña para que no se le salga el agua fácilmente al desplazarla, de que el asa es lo más cómoda posible para sus manitas y de que llena no pese demasiado. Las mangueras extensibles también son muy prácticas ya que pesan muy poco y son fáciles de manejar para los peques pero es importante que les tengamos a la vista a la hora de cerrar el grifo para que al encogerse no corran riesgo de aprisionarse.
– A la hora de elegir las plantas de nuestra terraza o jardín si tenemos niños conviene adelantarnos y ser conscientes de que nos querrán ayudar. Por tanto desecharemos cualquier especie que pueda resultar tóxica (como las ponsetias, las adelfas, las hortensias o las tomateras -sí las plantas de tomate-) o buscarnos una tragedia al primer resbalón (como los cactus). A los niños les hace especial ilusión y les gusta especialmente cultivar plantas comestibles. Con ellas, además aprenderán de donde provienen las frutas y verduras y su ciclo vital. Según vuestro clima podéis cultivar fresas, judías, pimientos, calabacines…
Siguiendo estas sencillas recomendaciones no solo nos aseguramos de que juegue y cuide a gusto las plantas sino que minimizamos su frustración ante un juego en el que tengamos que estar todo el rato negándole tocar las cosas o acercarse a las plantas o comérselas. Podrán jugar libres y aprender a cuidar su trocito de tierra. Algo que fomentará aspectos como la responsabilidad, la previsión, la memoria y las rutinas.
Que pena no tener terraza, realmente creo que es genial poder generar esa relación con la naturaleza, ya sea cultivando o cuidando plantas.
Si. La terraza fue muy importante para nosotros en la búsqueda del piso. Tanto que a cambio nos quedamos sin ascensor. Pero ambas cosas me parecen de lo más saludable.
A mi las plantas me encantan, he tratado de inculcarles el interés de las plantas a mis hijos pero de momento nada, en cambio a mi me gustaría tener más tiempo para dedicarme a ellas, pues me relajan muchísimo.
¿No les gustan? Desde luego cada niño es un mundo. Al mío le encantan. El problema es que hay que dejarle claro que las plantas que ve en el campo y la calle no son comestibles y no debe comerse los frutos. Que debe hacerlo solo con los de la terraza y solo cuando le confirmemos que ya se pueden comer.
Aprovechando el jardí que tenemos, lo practicaré con mi hija.
Por supuesto! Un jardín siempre hay que aprovecharlo.
A mi siempre se me mueren las plantas y en casa no tenemos.
Aunque a ella le encanta ir a casa de los yayos, porque tienen una terraza enorme con muchas plantas y, a veces, ayuda al yayo con ellas.
Ayudar con las plantas siempre es muy divertido. Merece la pena hacerlo aunque sea de vez en cuando. El nuestro también ayuda a su abuelo y nos parece que genera un vínculo muy saludable.
Por fin tenemos terraza y sin duda es una de las cosas que quiero hacer en ella con la peque. Gracias por los consejos.
Gracias a ti. Ánimo dándole utilidad a esa terraza que se lo merece!